Las maravillas de Galicia

Hola chic@s, hoy quiero hablaros de nuestras vacaciones en Galicia, yo ya conocía la zona de las Rías Bajas, en concreto los alrededores de Vigo, Marín, Pontevedra y norte de Portugal así que este año decidimos irnos más al norte. Alquilamos una casa de piedra preciosa en un pequeño pueblo de la costa en la zona de Carnota que curiosamente se llama como nuestra perrita, Lira, ya que desde allí podríamos luego movernos fácilmente a cualquier sitio que quisiéramos visitar. 

Era una casa como veis toda de piedra con 3 patios, uno pequeño delante que se ve en la foto, uno lateral enorme donde poder aparcar el coche y otro también muy grande detrás desde donde se veía el mar y podíamos ver Finisterre.

La casa estaba reformada por lo que tenía todo lo necesario además de ser bonita. La planta de abajo era toda diáfana salvo por un baño completo, el resto salón, cocina y comedor estaba en un único espacio. La cocina estaba totalmente amueblada, incluso tenía lavavajillas. Después en la planta de arriba tenía 5 dormitorios dobles y otro baño completo. 

En el patio trasero había una barbacoa que a Lira le encantaba porque desde ella podía ver la calle y controlar todo lo que pasaba alrededor. 

Unos de los días nos acercamos a Muros, es un pueblo bastante grande, tiene unos 9000 habitantes y se encuentra como toda esa zona en un paraje natural realmente bonito con un casco histórico precioso por el que pasear, la iglesia parroquial es del siglo XIV de estilo gótico gallego y puedes visitar el edificio del mercado de Abastos Municipal que también merece visitarse. Su puerto y paseo marítimo es un lugar ideal también para pasear y porque no, tomar unas tapas o comer de maravilla. 

Lira, la población donde residimos esos días tiene uno de los 2 hórreos más grandes de Galicia, el otro está en Carnota. Os dejo las fotos de ambos para que veáis lo impresionantes que son. Luego además casi cada casa del pueblo tiene su propio hórreo, la mayoría cuidados y mantenidos porque se siguen usando.

Los paisajes de la zona no pueden ser más bonitos, pequeñas playas de arena blanca, increíbles rutas para pasear y disfrutar del paisaje... En uno de nuestros paseos con Lira subimos a uno de los montes cercanos y pudimos disfrutar de una vista de la costa espectacular. 

No podíamos perdernos el visitar Finisterre y no nos defraudó. Es imposible no pensar que estábamos en el último punto del continente y del mundo antiguamente conocido. Se puede llegar en coche hasta prácticamente el Faro. Por nuestra parte el día que fuimos no tuvimos ningún problema en aparcar. Muchos peregrinos alargaban su camino y se acercaban también a este punto antes de regresar a sus casas. Por lo que nos comentaron tras Santiago de Compostela es el lugar más visitado de Galicia. Si quieres comer en el pueblo hay varios restaurantes en los que podrás comer de maravilla antes de abandonar tan impresionante paraje. 

¿Qué os puedo decir de las playas?, además de encontrar pequeñas playas preciosas de arenas blancas, también hay grandes playas que disponen de todos los servicios que se puedan necesitar. Lo mejor, que no está masificado y podíamos ir con nuestra perrita. Unas playas limpias, tranquilas, la mayoría de los días no estábamos más de 10 personas y en las que la arena a pesar de sol que hace no quema!! jajaja. Eso sí, el agua estaba más que fría, pero eso no impidió que nos bañáramos. 

Un lugar que no podíamos pasar de visitar era Santiago de Compostela. La pena que en estos momentos la fachada de la Catedral esta en obras pero eso no nos impidió visitarla y disfrutar de la ciudad. En la plaza pudimos ver varios grupos de peregrinos que por fin llegaban a su destino y demostraban su alegría de muy diferentes formas, unos se sentaban en el suelo y permanecían en silencio mirando la catedral, otros saltaban y cantaban como si hubieran ganado el mundial, resulta curioso como la gente celebra según su carácter. 

No puedo negar que lo mejor de aquel día fue la comida, me habían hablado del restaurante Sixto que se encuentra muy cerca de la catedral y que está especializado en mariscos y pescados de la Ría. El problema es que no tiene terraza y nosotros íbamos con perro y no sabíamos si nos iban a poner algún impedimento. Pues no, fueron la mar de amables, pudimos entrar en el restaurante con nuestra perrita y pudimos disfrutar como podéis ver en la foto de una riquísima mariscada. Si vais por Santiago y vais con vuestro peludo ya sabéis que en este restaurante no solo vais a comer de maravilla sino que os van a tratar estupendamente a vosotros y a vuestro perro. 

Otro de los días nos fuimos a Ézaro, yo tenía mucha curiosidad por ver su cascada y conocer ese lugar con tradición mágica y ahora os explicaré. Una de las cosas curiosas que tiene Ézaro es su montaña mágica, el monte Pindo que se eleva del mar unos 640 metros y es en sí una mole de granito surgida del mar. Por lo que cuentan ha sido lugar de múltiples leyendas celtas sobre sus piedras de la fertilidad, sacrificios humanos, etc. Si subes al mirador podrás disfrutar de unas vistas espectaculares de la villa y Finisterre. 

La cascada es única en Europa porque es el único río, el Xallas, que desemboca en el mar en forma de cascada, es un lugar insólito y realmente merece la pena visitar. Está al ladito mismo del pueblo. Nosotros la vimos de día pero de noche iluminada tiene que ser espectacular. La caída es de unos 100 metros en un pozo de unos 20 de profundidad formando una ensenada que desagua en la playa.

No podemos negar que volvimos enamorados de Galicia, de sus paisajes, sus playas, su comida y sus gentes tan acogedoras y amables. Si aún no conoces esta peculiar y hermosa comunidad no dudes en visitarla, te aseguro que te cautivará el corazón.

¿Habéis estado en alguno de estos sitios? ¿Conoces Galicia? 

Un beso y os veo en mi siguiente post