Tu casa y tú

Hola chic@s, a raíz de la pandemia muchos seguimos teletrabajando parte de nuestro tiempo y el estado y decoración de nuestra casa nos va a afectar ahora que pasamos muchas más horas en ella, por ello he leído varios artículos y hoy os voy a hacer un resumen con consejos para adaptar nuestra casa a nuestras necesidades. Según un estudio de la Universidad de Bath en UK los entornos influyen en nuestras decisiones y en nuestro comportamiento. Parece que el lugar donde estamos afecta a nuestro estado de ánimo, por ejemplo, un entorno verde está comprobado que ayuda al desarrollo cerebral de los niños.

Al decorar nuestra casa solemos extender en ella nuestra personalidad, lo que hace que generalmente nuestra casa sea un reflejo de nosotros mismos, pero también ese mismo entorno influye en nosotros y nos condiciona. Por ejemplo, una casa con techos altos ayuda a la imaginación y dan sensación de libertad mientras que una casa con techos bajos empuja a pensamientos más enfocados y detallistas.

Por otro lado a los seres humanos nos gustan las formas curvas, los contornos suaves, nos sentimos más cómodos en ese tipo de entornos por lo que en lugares con decoraciones con formas redondeadas nos sentimos seguros y tranquilos, en habitaciones con elementos rectos se activa nuestra concentración y nos mantiene alerta ya que el cerebro asocia este tipo de formas con objetos afilados y con peligro.

El color de las paredes y accesorios es también importante, ya todo el mundo conoce la psicología del color, nuestro estado de ánimo se verá afectado por los colores que nos rodean, por lo que usados adecuadamente puede ayudar a nuestro estado emocional. A la hora de elegir colores es importante tener en cuenta para que se va a usar esa habitación, por ejemplo para el salón, que va a ser un lugar de reunión y de compartir momentos con familia y amigos, los colores más adecuados son colores cálidos, por el contrario los colores fríos como el verde o el azul son más recomendables, por ejemplo, para los dormitorios, ya que transmiten tranquilidad y relajación. El rojo y el naranja aportan alegría y dinamismo, pero es mejor usarlos en pequeñas dosis ya que sino generan sensación de opresión y agresividad.

La cantidad de luz también es importante porque también influye en nuestro estado de ánimo, su falta es la responsable del trastorno afectivo estacional que afecta a un 10% de la población y que sucede en invierno cuando los días son más cortos y oscuros. Debemos intentar tener nuestra casa bien iluminada, eso elevará nuestros niveles de energía y evitara la depresión, organicemos la decoración y posición de muebles y espejos para dejar pasar la mayor cantidad de luz natural y por la noche debemos contar con una buena iluminación artificial que ayude a mantener unos adecuados niveles de serotonina y endorfinas.

Una vez que tenemos la casa montada viene el mantenerla, la limpieza y el orden también influyen en nuestro ánimo, un espacio ordenado y limpio es más eficiente y reduce nuestro estrés. Cuantas menos cosas mejor, solo lo imprescindible, las superficies despejadas son más agradables a la vista y son beneficiosas para serenar la mente. Finalmente si podemos cuidarlas es bueno incorporar algunas plantas, dan vida y calidez y además disminuyen el estrés y aumentan la productividad y la concentración.

¿Qué os parecen estas sugerencias? ¿Pasáis mucho tiempo en casa? ¿Teletrabajáis?

Un beso y os veo en mi siguiente post

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